Tratar a los niños es sencillo y profundo
Los recién nacidos cuentan su historia pre, peri y postnatal, posibles experiencias traumáticas y disfunciones a través de gestos, posturas, expresiones faciales y otros signos. Una percepción entrenada posibilita los enfoques de tratamiento, así como la secuencia, progresión y finalización de las secuencias de toque terapéutico.
Este tratamiento puede profundizarse aún más mediante la integración de música y sonidos. De hecho, dependiendo de la música, las personas perciben el tacto de forma diferente. En ese la música parece modificar la percepción de los estímulos táctilesComo sugieren los estudios, las palpaciones, la música y los sonidos específicamente coordinados pueden potenciar sus efectos recíprocos.
Así, las plasticidades cerebrales evocadas por la música y el tacto se estimulan y promueven "experiencias interiores trascendentales". Cuanto más adaptadas individualmente se ejecuten, las sincronizaciones pueden promover una apertura e integración más profundas.
De este modo, los sonidos y el tacto coordinados de forma consciente y sensible favorecen la integración y la disolución de patrones disfuncionales somato-energético-emocionales.
Cuidar con el corazón abierto, la mente abierta y las manos abiertas es la clave de un tratamiento osteopático significativo.
Los recién nacidos cuentan sus historias anteriores al parto mediante gestos, posturas, expresiones faciales y otros signos,
antecedentes peri y postnatales, posibles experiencias traumáticas y disfunciones.
La percepción entrenada permite el acceso al tratamiento, así como la secuencia, progresión y finalización de las secuencias de toque terapéutico.
Este tratamiento puede profundizarse aún más integrando música y sonidos. De hecho, dependiendo de la música, las personas perciben el tacto de forma diferente. Dado que la música parece modificar la percepción de los estímulos táctiles, como sugieren los estudios, concretamente las palpaciones coordinadas, la música y los sonidos pueden potenciarse mutuamente en su efecto.
De este modo, se estimulan las plasticidades cerebrales evocadas por la música y el tacto y se favorecen las "experiencias interiores trascendentales". Cuanto más adaptadas individualmente se realicen, las sincronizaciones pueden favorecer una apertura e integración más profundas.
De este modo, los sonidos y el tacto coordinados de forma consciente y sensible favorecen la integración y disolución de patrones disfuncionales somato-energético-emocionales.
Cuidar con el corazón abierto, la mente abierta y las manos abiertas es la clave de un tratamiento osteopático significativo,